Buscan construir la paz y que delincuentes se rehabiliten Capacitan a sacerdotes para dialogar con el crimen organizado

Capacitan a sacerdotes para dialogar con el crimen organizado
Capacitan a sacerdotes para dialogar con el crimen organizado

Sacerdotes y laicos de las provincias eclesiásticas de Acapulco, Guerrero, Guadalajara, Jalisco y Morelia, Michoacán, iniciaron este 14 de julio el ‘Taller para el Fortalecimiento de Capacidades de Negociación en Sacerdotes y Agentes’ organizado en conjunto por la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, el Centro Lindavista y el Instituto para la Paz, en la Universidad Pontificia de México.

Esta capacitación tiene el objetivo de que los asistentes aprendan herramientas para poder dialogar con grupos e integrantes del crimen organizado y así reducir la violencia, mejorar las condiciones humanitarias de la población y reducir su nivel de vulnerabilidad.

En entrevista, con diarios locales, el Arzobispo de Morelia, Mons. Carlos Garfias comentó que este tipo de experiencias ya se han realizado en otros países, como en Colombia, y México podría basarse en ellas.

Este taller pretende crear un modelo de integración entre autoridades civiles, religiosas y la sociedad civil, para contrarrestar la violencia y la inseguridad, donde uno de los objetivos sería construir una metodología de diálogo que permitiera el acercamiento entre párrocos y criminales.

"La experiencia que se nos ha presentado de Colombia, es que este diálogo se ha realizado en algunas diócesis, como la de San Buenaventura y Cali, una experiencia significativa que nos puede ayudar a encontrar el camino aquí en México, pero tiene que ser ya algo muy específico, en el esquema que se pueda plantear y seguir", explicó.

Al cuestionarle sobre los intentos previos que han tenido algunos sacerdotes y obispos para tener acercamientos con grupos delictivos, Mons. Garfias comentó que es importante aprender cómo hacerlo, cómo acercarse a ellos, cómo tener alternativas y modelos de diálogo, sobre todo para poder llevar a cabo las actividades cotidianas de su ministerio.

"El hablar de acuerdos pastorales o de posibilidades es que, por ejemplo, un sacerdote que tiene su parroquia en la sierra, en Guerrero o en la Montaña, tiene que tener alguna forma de acuerdo de paz con la delincuencia, para que pueda él ir y venir a realizar su ministerio”.

“Uno mismo, para cuando toca ir a esos lugares, pero necesitas también tener alguna forma de acercamiento, para poder pasar uno con la seguridad mínima de que no va a tener agresión o riesgo de andar en los terrenos de la delincuencia organizada", comentó

Mons. Carlos Garfias, comentó que por lo pronto en la Arquidiócesis de Morelia se promoverá la construcción de comités municipales para la paz y la reconciliación, esfuerzo que se buscará se replique en todo el país, ya que lamentó que "todo el mundo se queja de la situación, pero no hacen nada o solo hacen cosas desde su interpretación, no se ha visto un esfuerzo formal y comprometido como el modelo que he planteado, donde se unen autoridades religiosas y civiles y la sociedad civil para buscar alternativas".

En Michoacán, dijo, actualmente se encuentran en proceso de instalación 15 comités municipales para la paz y la reconciliación, entre los que destacó los de Morelia, Panindícuaro, Zacapu y Pátzcuaro, en cuya creación se propone participar, de manera personal o a distancia. 

Recordó que desde hace 20 años, un objetivo de la Iglesia mexicana era alcanzar la paz, y, de 10 años a la fecha, cuando era arzobispo de Acapulco, se hizo visible la necesidad de dialogar con el crimen.

“Cuando estuve metido en el sistema de paz, sobre todo en Guerrero, lo platicamos con algunos de los obispos y algunos sacerdotes [decíamos] ya viene el momento en que tenemos que buscar a los delincuentes y ofrecerles acompañamiento pastoral. Ahí quedó nada más, pero ya se veía venir por todas las situaciones que se estaban generando”, enfatizó el arzobispo de Morelia.

Finalmente, aseguró que este taller también contempla generar espacios educativos para suscitar una cultura de paz, el cuidado de la causa común, establecer a las mujeres e impulsarlas como promotoras de paz, así como generar estructuras para emergencias e imprevistos.

En el taller participan alrededor de 40 sacerdotes y 30 laicos, de Matamoros, Ciudad de México, Guerrero, Acapulco, Michoacán, Morelia, Jalisco y Guadalajara.

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