HOPE25: "The Jesuit University in the 21st Century: A Project of Hope for the World" Más de 300 investigadores de todo el mundo se reúnen en Loyola para abordar desde la ciencia los retos del s. XXI

La Universidad Loyola acoge el congreso internacional científico "The Jesuit University in the 21st Century: A Project of Hope for the World", en el que participan, desde hoy hasta el 6 de junio, más de 300 investigadores de 32 países de todo el mundo
A través de 260 comunicaciones en torno a 10 áreas científicas, HOPE25 busca fomentar un mundo más justo, humano y reconciliado a partir de las aportaciones de investigadores provenientes de universidades de América, África, Asia y Europa
(Universidad Loyola).- Más de 300 investigadores de 32 países de todo el mundo, junto con autoridades eclesiásticas e institucionales, se han reunido hoy en el campus de Sevilla de la Universidad Loyola para inaugurar el congreso internacional científico "The Jesuit University in the 21st Century: A Project of Hope for the World".
Bajo el nombre HOPE25, el congreso busca fomentar un mundo más justo, humano y reconciliado a partir de las aportaciones científicas interdisciplinares de investigadores provenientes de América, África, Asia y Europa.
La inauguración ha estado presidida por Monseñor Ramón Valdivia Giménez, obispo auxiliar de Sevilla; Reverendo PadreBenjamín Aguirre Barba, oficial del dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede; Dña. Lorena Garrido Serrano, viceconsejera de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía; D. Rafael Rey, concejal de Educación del Ayuntamiento de Dos Hermanas; y D. Fabio Gómez-Estern Aguilar, rector de la Universidad Loyola.

El congreso, organizado con la colaboración de UNIJES, Kircher Network y la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU), reúne más de 260 comunicaciones científicas de las áreas de Ciencias de la Salud, Ingeniería, Ecología y Sostenibilidad, Teología, Filosofía y Humanidades, Sociología, Derecho, Economía, Ciencias Políticas, Psicología, Comunicación, Artes, Pedagogía y Educación. También cuenta con la colaboración del Banco Santander y las editoriales Springer y Salterrae.
En la inauguración, Monseñor Ramón Valdivia ha comenzado pidiendo que “este encuentro sirva también para que la esperanza que demuestran las universidades jesuitas se convierta en proyectos y realidades reales”.
La viceconsejera de Universidad, Investigación e Innovación ha recordado en su intervención que “en un tiempo de desafíos globales tan intensos como los que vivimos, nuestras universidades están llamadas a desempeñar un papel fundamental. No solo como generadoras de conocimiento, sino como espacios de diálogo, de pensamiento interdisciplinar y de formación integral en valores”. Igualmente, ha querido felicitar a la Universidad Loyola por la celebración de este congreso que “refleja con acierto el espíritu transformador, crítico y comprometido que ha caracterizado históricamente a las universidades jesuitas”.
Por su parte, el concejal de Educación del Ayuntamiento de Dos Hermanas ha reconocido que “en un tiempo marcado por la incertidumbre, es más importante que nunca lanzar un mensaje de unidad y colaboración, y la Compañía de Jesús, con su presencia en todo el mundo, es portador de ese mensaje. Debemos apoyar y llevar esta línea siempre con nosotros. Desde el Ayuntamiento de Dos Hermanas continuaremos trabajando para promover la formación, la excelencia y la investigación”.
Finalmente, el rector de Loyola ha explicado que “este congreso es el reflejo de que ponemos nuestra esperanza en la ciencia como instrumento clave para afrontar retos globales”. Para concluir, ha animado a todos los presentes a “aprovechar estos días de presentaciones, debates y actividades para establecer nuevos lazos que den fruto en nuevas investigaciones y proyectos que contribuyan a generar más esperanza para este atribulado siglo XXI en que vivimos”.

Las universidades católicas son una comunidad de discípulos
Benjamín Aguirre Barba, oficial del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, ha sido el encargado de impartir la conferencia inaugural sobre el papel la universidad católica en la formación para un futuro lleno de esperanza.
Ha comenzado con unas palabras de aliento para toda la comunidad universitaria con el objetivo de prender la llama de la esperanza con sus comunicaciones de cara a crear un mundo más justo y humano desde la ciencia.
Para el oficial del dicasterio, la universidad, y más aún la católica, es una comunidad de discípulos. Este pensamiento conlleva la doble tarea, por un lado, de la reivindicación de la razón en todas sus expresiones, y, por otro, de la manifestación de la fe cristiana en lo que se transmite y enseña.
La Teología la ha considerado una disciplina fundamental y, por ello, la universidad católica debe incluir una Facultad o, al menos, una cátedra, dedicada a la enseñanza, la investigación y la reflexión teológica. En este sentido, considera que los profesores de Teología tienen el reto de “exponer la ciencia de Dios en un continuo diálogo: “abierta, veraz, sin arrogancia y hecha de rodillas”.
Ha reconocido que el peligro para las universidades católicas reside en el estancamiento. No basta con ser una buena universidad, competir en los rankings y obtener buenas calificaciones de las agencias de evaluación. Contra ello, ha insistido en la misión de las universidades católicas, que no es más que la de “mostrar al mundo la riqueza de la catolicidad con su antropología y su cuidado por el ser humano y el entorno. Han de ser un gran laboratorio para el diálogo, que necesita de profesores y estudiantes, pero, más aún, de testigos”.
Inspirado en las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús, este evento internacional que se celebra en Sevilla busca responder al llamamiento del P. Arturo Sosa SJ., Superior General de la Compañía de Jesús, realizado durante la Asamblea de la IAJU en Boston en 2022, para profundizar en los esfuerzos académicos, de investigación y defensa de las universidades jesuitas.

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