De embargos, encíclicas y ataques a Francisco

La cuestión, empero, va más allá del incumplimiento del embargo, que existe, tal y como ha señalado en una nota el portavoz vaticano, Federico Lombardi. Fuentes de primera mano han asegurado el profundo disgusto del Papa Francisco ante este hecho, y ante lo que hay detrás del mismo. Que no es, ni más ni menos, que las ansias de atacar a Bergoglio. No es su Papa. Nunca ha sido su Papa. Y nunca lo será.
Hace años, un periódico de tirada nacional se saltó el embargo de una encíclica papal. En este caso, no había animosidad en el hecho, sino un profundo desconocimiento de lo que significaba un embargo y una evidente falta de profesionalidad. ¿El resultado? Ese diario estuvo medio año sin poder acreditarse ante la Santa Sede. No creo que en estos tiempos, la sanción sea la misma, ni siquiera pienso que haya sanción alguna.
La novedad de este caso está en los personajes que han decidido, a sabiendas, saltarse el embargo. Periodistas -y algún aprendiz de escribidor- que piensan utilizar el adelanto de la encíclica como un ariete para atacar al Papa e, indirectamente, influir en el impacto que el texto iba a tener en los mercados, la política y la sociedad mundiales.
Insisto: el problema no es tanto -que lo es- saltarse un embargo, que las razones de este desatino. Los lobos con piel de cordero que continúan considerándose únicos intérpretes de la virtud, de la fe y las costumbres, los expendedores de carnets de catolicidad, los mismos que hoy volverían a martirizar a Jan Hus, de cuya quema se cumplen hoy 600 años. El mismo Jan Hus por cuyas intenciones han rezado hoy, juntos, en el Vaticano, el Papa Francisco y los representantes evangélicos. Y es que hay algunos que, si pudieran, hoy prenderían fuego al Vaticano.
El Papa ha tomado nota. Como buen jesuita, siempre lo hace. No esperen una reacción furibunda, pues no es su estilo. Este jueves, no antes, en las páginas de Religión Digital, podrán leer el texto íntegro de la encíclica. Que, ya les adelanto, no dejará a nadie indiferente.