Religión en acción



En el mundo de la civilización de la acción, una religión que ignore la acción se margina a sí misma, porque no resulta interesante al común de los mortales. Este es el destino de las sectas, coherentes en sus ideas, radicales en sus posturas, pero impresentables en sociedad.

Una religión que no quiera terminar en secta no debe ignorarlo. Que tome nota la jerarquía católica a la hora de preparar el texto sobre la evangelización de Europa.
Ciertamente hay personas y movimientos espirituales que aunque no reflexionen sistemáticamente sobre la acción, no han renunciado a ella. De modo que lo que diferencia hoy a los grupos eclesiales es qué tipo de acción han elegido, a qué objetivos se dirigen y con qué apoyos sociales cuentan.

Los filósofos distinguen entre las cosas materiales y los seres vivos. Para las cosas materiales la “estabilidad” es su característica, el movimiento en ellas es imperfección. En cambio el fundamento de los seres vivos es su “movimiento”, será más perfecto cuanto más móvil, cuanto más operante esté.

En el siglo VIII Goethe escribió algo que debe afectarnos a todos : “En el principio era la acción. Un siglo después, en sus Tesis sobre Feuerbach, Marx sacó las consecuencias en esta frase feliz: “Los filósofos no han hecho sino interpretar el mundo. De lo que se trata es de transformarlo”

En 1936 el filósofo católico Blondel en su libro La acción abre el camino a una antropología fundamentada en la acción. Por las misma fechas Teilhard de Chardin se lamenta de la insuficiencia del pensamiento cristiano para enfrentarse a una naturaleza y una sociedad en mutación.

Y como colofón el francés Emmanuel Mounier dirá:
Que la existencia sea acción y la existencia más perfecta acción más perfecta pero acción también, es una de las intuiciones maestras del pensamiento contemporánea…El logos es verdad. Desde el cristianismo es también camino y vida. (“El personalismo”, en Obras completas III Salamanca, Sígueme 1990).

Todos estos avances tardarán en llegar a la teología y a los documentos del Magisterio. Pongamos algunos ejemplos: “La vocación de los laicos se extiende a ser testigos de Cristo en todo momento en medio de la sociedad humana (Gaudium et Spes 43). “Pero que no escondan esta esperanza en el interior del alma, antes bien, manifiéstenla incluso a través de las estructuras de la vida secular, en una constante renovación y en un forcejeo “con los dominadores de este mundo tenebroso contra los espíritus malignos” (Ef 6, 12 ) (Lumen Gentium, 35).

“La característica de lo secular debe entenderse a la luz del acto creador y redentor de Dios, que entrega el mundo a hombres y mujeres para que participen en la obra de la creación, para que liberen a la creación de la obra del pecado” (Sínodo de los laicos, 4). “El desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres es también una cuestión religiosa” (Sollicitudo rei sociales, 47).
Ver el tema plenamente desarrollado en Carlos F. Barberá, en Soy lo que hago. Apuntes para una espiritualidad de la acción.
Ed PPC 2004
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