Vicente Cárcel Ortí publica los diarios del Nuncio en España entre 1921 y 1936 La profecía de Tedeschini: "Aquí va a venir una Guerra Civil, ante los radicalismos de uno y otro signo"

El nuncio Tedeschini, junto al Gobierno de Manuel Azaña
El nuncio Tedeschini, junto al Gobierno de Manuel Azaña

El investigador valenciano encuentra los escritos en el Archivo Secreto Vaticano

"Fue un Nuncio que consiguió mantener las relaciones diplomáticas de la Santa Sede con la República, a pesar del laicismo intransigente con el que se encontró"

El sacerdote e historiador valenciano Vicente Cárcel Ortí ha publicado el “Diario de Federico Tedeschini (1931-1939). Cardenal y nuncio entre la Segunda República y la Guerra Civil”, en el que transcribe y comenta, a lo largo de mil páginas, el diario que ha encontrado en el Archivo Vaticano de quien fue representante diplomático del Papa en España.

“No se habían publicado nunca los diarios de Tedeschini, entre otras cosas, porque no se sabía que existían”, ha señalado Cárcel, quien, en el transcurso de sus décadas de investigación en el Archivo Secreto Vaticano, los encontró “en un lugar en el que prácticamente no eran consultables”. 

El historiador valenciano, autor de medio centenar de libros y de cientos de artículos sobre la historia de la Iglesia, confiesa que “para mí fue una auténtica sorpresa” y ha precisado que “eran unos diarios larguísimos, porque Federico Tedeschini vivió mucho, 86 años, y desde que cantó misa empezó a escribir diarios de su vida”. 

Los diarios de Tedeschini



Aunque la obra se centra en los años de la II República, Tedeschini fue Nuncio Apostólico del Papa en España desde 1921 hasta junio de 1936 cuando fue creado Cardenal y marchó a Roma. Posteriormente, fue arcipreste de la basílica de San Pedro de Roma, hasta su muerte en 1959, cuando tenía 86 años.

Según el autor, Tedeschini “se entendía personalmente muy bien con las autoridades de la España de aquella época, y de hecho en su diario aparecen cómo a Alcalá-Zamora, Azaña, Lerroux, Gil Robles y otros, a todos los trató con mucho afecto y cariño, y con algunos hasta con una relación personal muy intensa”.

El gran artífice de la mediación entre la Iglesia y la II República


Precisamente, Cárcel señala que, en la transcripción del diario, “me llamó mucho la atención cómo fue un Nuncio que consiguió mantener las relaciones diplomáticas de la Santa Sede con la República, a pesar del laicismo intransigente con el que se encontró”. De hecho, fue “el gran artífice de la mediación” entre las autoridades republicanas y la Iglesia. 

Sin embargo, “cuando empezaron los incendios de iglesias en 1931 y, sobre todo, tras la revolución de 1934 y las elecciones de febrero de 1936, Tedeschini ya vio claro, y así lo escribió en varias ocasiones que `aquí va a venir una guerra´ ante los radicalismos de uno y otro signo, a pesar de lo cual mostró una Iglesia siempre dispuesta a colaborar, siguiendo las instrucciones del papa Pío XI y del cardenal Eugenio Pacelli -entonces secretario de Estado y futuro papa Pío XII-”. 

“Lo que no se esperaba es que hubiera una persecución religiosa tan fuerte ni tan violenta como la de 1936, y le sobrecogió cuando fueron asesinadas, en sólo unos pocos meses, casi diez mil personas entre obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos y católicos. Fue algo que impresionó a todo el mundo”, subraya Cárcel.


En suma, el nuncio Federico Tedeschini “fue un hombre de Iglesia que defendió y representó muy dignamente al Papa, pero tratando siempre con mucho respeto a las autoridades republicanas, porque el mismo Papa le había dicho: `La República es el gobierno que los españoles se han dado en este momento y, por lo tanto, hemos de colaborar con ella por el bien común de los españoles´. Y esto lo acató a pesar de los muchos problemas y dificultades que le acarreó”, comenta el historiador valenciano.

Jubilado un mes antes de la Guerra Civil

Tedeschini acabó su etapa de Nuncio en España en junio de 1936, cuando llevaba ya quince años y “prácticamente se `jubilaba´ en la Carrera Diplomática”. Fue creado Cardenal en Roma, “pero siguió desde allí muy de cerca los acontecimientos de España a través de los obispos y religiosos que huían de la persecución religiosa en España y se refugiaban en Roma, y ése es el periodo que recojo también en el libro, hasta 1939”, señala el historiador.

El volumen, que saldrá a la venta el próximo septiembre publicado por la Editorial Balmes de Barcelona, ha sido prologado por el director de la propia editorial y de la Biblioteca Balmesiana, doctor Ramon Corts i Blay. 

El “Diario de Federico Tedeschini (1931-1939). Cardenal y nuncio entre la Segunda República y la Guerra Civil” completa toda la documentación publicada por el mismo Cárcel en los siete volúmenes de la colección La Segunda República y la Guerra Civil en el Archivo Secreto Vaticano, editada por la Biblioteca de Autores Cristianos de Madrid.

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