Desayuna conmigo viernes, 6.11.20) Dinero, poder y mensaje evangélico

Un poco de jazz

conteo-elecciones
Inicio hoy esta reflexión matinal un poco tarde y con una cierta sensación de pesadez fisiológica y ambiental. La fisiológica es muy natural, pues no en vano estamos en mitad del otoño, cuando las hojas de los árboles,  finiquitado su propio periplo vital, ya cubren los caminos por los que ahora apenas se nos permite transitar. Pero la ambiental, en cambio, es circunstancial al derivarse de constatar, una vez más, cómo el poder y el dinero defienden a capa y espada su entidad no solo como motores de la sociedad, sino también como destinos absolutos de muchas vidas. Una verdad que rechina y que hace que, en nuestros oídos de cristianos, resuene aquello evangélico de los dos señores, Dios y el dinero, o aquello otro de no he venido a ser servido sino a servir. Lo digo porque, en el horizonte largo, uno asiste impotente a los retruécanos que implica el cambio de mandatarios en América y, en el corto, a la astucia con que el poder político está recortando libertades en nuestra propia casa. Es obvio que poder y dinero unen sus fuerzas hasta identificarse como soberanos, razón por la que el gran reto del cristianismo de nuestro tiempo será transformar el poder en servicio y convertir el dinero en un mero instrumento que facilite la vida de todos.

6-de-nov-medioAmbientEvo

La mañana aporta densidad a esa misma sensación de pesadez al atraer nuestra atención sobre la celebración hoy del “día internacional de la prevención de la explotación del medio ambiente en la guerra y los conflictos armados”, larga formulación de largo recorrido, pues son muchos los desastres naturales que arrastran consigo las guerras. Obviamente, la preocupación eficaz por proteger el medio ambiente en situaciones de conflicto debe llevarnos directamente a evitar el conflicto, pues toda guerra, además de matar personas y destruir ciudades, quema bosques, contamina y destruye acuíferos, envenena suelos y mata muchos animales. Una vez iniciada una guerra, no habrá forma humana de evitar todo eso.

descarga

La celebración de este día nos pide que reparemos también en todos los daños que sufre el medio ambiente, daños  que no se cuantifican como tales cuando se hace balance de una guerra y que deberían ser sopesados antes de iniciarla. Es más, pues ocurre que los desencadenantes de un conflicto muchas veces son precisamente los recursos naturales, como el petróleo o la tierra misma. La ONU asegura que la mitad de los conflictos armados habidos tras la segunda guerra mundial han estado relacionados con la explotación de algún recurso natural. De ahí que en su programa “Agenda 2030” se proponga no solo salvaguardar el medio ambiente cuando los conflictos se desencadenan, sino también garantizar recursos para prevenir y evitar muchos de los conflictos que se producen.

986ebda2939f7c08dee39533bbfefe4e_XL

Por otro lado, América sigue todavía sobre nuestra mesa de desayuno debido a que también hoy se celebra el “día contra el paludismo en las Américas”, día que se determinó en la Conferencia Sanitaria Panamericana, celebrada en 2007 con el propósito de erradicar el paludismo de todo el continente americano. La malaria es una enfermedad, producida por un parásito y transmitida por un mosquito, que ya ha desaparecido casi por completo de los EE.UU., pero que persiste en otros lugares de América y, sobre todo, en los países subsaharianos. Tengamos en cuenta que cada año mueren más de cuatrocientas mil personas en todo el mundo a causa de esa enfermedad, y que más de la mitad de todas ellas son niños.

fe8094c5a5448d10e9d319379f81827b

Tras la contemplación de un escenario de tanto desastre como el causado por los estragos bélicos y palúdicos, como si quisiera rescatarnos del pasajero desánimo matinal e incluso de una posible depresión duradera, la mañana se vuele luminosa al advertirnos que también hoy se celebra “el día mundial del saxofón”, realzando con ello la fecha de nacimiento de Adolphe Sax (6 de noviembre de 1814), el músico y fabricante de instrumentos musicales belga que le da nombre. El saxofón (la música de Sax) es un instrumento “inspirado en el conocimiento que él  (Adolphe Sax) tenía sobre el clarinete y en la idea de querer combinar el sonido acústico que produce un instrumento de madera con uno que estuviese construido de metal”  que viene a combinar a la perfección la fuerza de la trompeta y la agilidad propia del clarinete.

44e72a1f164b6103fe4b0016f4c69d6d

Tan perfecta simbiosis es la que ha permitido que este mágico instrumento sea el más idóneo para el movimiento musical conocido como jazz, un estilo de música que, al igual que otros, sigue imponiéndose a través de los años debido a su cautivador matiz melancólico y romántico. Subrayemos que el saxofón, además de inyectar vida a los conciertos de jazz, les aporta la belleza de su propia estructura. Unas cuantas buenas películas y un buen puñado de estrellas del jazz han conseguido que este instrumento musical nos resulte hoy muy familiar.

esperanza

Confiemos, para terminar, en que la jornada de hoy nos depare buenas noticias en todos los frentes abiertos: el de un coronavirus que pierda fuerza para darnos un respiro; el de una política americana que se esclarezca para sosiego de los mercados bursátiles; el de un gobierno español que deponga partidismos y comience a servir en serio a todos los españoles; el de un cristianismo que venza de una vez por todas las tentaciones del poder y del dinero, tentaciones en las que tantas veces ha caído y que tanto daño le han hecho, y, finalmente, el de unas melancólicas armonías, las de un buen concierto de jazz, que despejen nuestros agobios mentales y embriaguen nuestro espíritu atormentado. Una vez más, será la fe cristiana la que nos salga al paso para invadir todo lo humano y asumirlo encarnándose en ello.

Correo electrónico: ramonhernandezmartin@gmail.com

Volver arriba