Eros religioso (y Vivencias y convivencias 27)
Eros es ligazón,
religión es religación.
Eros es el viejo nombre de la potencia transpersonal que liga cohesivamente el universo, una potencia que se personaliza en el hombre y la mujer como ligue o ligación. Así que eros es una fuerza natural de pegamento o ensamblaje material, la cual se traduce en lo humano como apego afectivo o amor. Pero si eros dice ligadura, la religión dice religación: una segunda ligadura o ligación, una elevación de la cohesión material a la coherencia formal, del mero ajuntamiento al ayuntamiento, de la realidad al simbolismo. La religión realiza sobre la mera ligación humana un segundo movimiento de reflexión e interiorización del sentido, el tránsito de la carne y lo carnal a su sublimación espiritual.
Sin embargo, eros y religión comparecen disjuntas en nuestra sociedad, hasta el punto de que el eros aparece como irreligioso e incluso antirreligioso, mientras que la religión parece como deserotizada o antierótica. Eros considera a la religión represora o represiva del eros, la religión considera al eros disipativo o diseminativo de toda concentración. A nosotros mismos el eros sin religión nos parece frívolo, y la religión sin eros nos parece frígida. Por eso apostamos aquí por un eros religioso, así como por una religión amorosa. En efecto, un eros con religión es un eros ligado y religado, y una religión con eros es una religión humana y no inhumana o inhumada, por cuanto ya no viva sino muerta.
En las grandes tradiciones el eros es un impulso o pulsión divina o cuasi divina, aunque amenazada por contrafuerzas demónicas o diablescas a exorcizar. En el Simposio de Sócrates y Platón, eros es el dios mediador del hombre y los dioses, mientras que en el cristianismo el eros se traduce como amor y es el nombre del Dios encarnado o humanado. El amor griego se mitifica, el amor cristiano se mistifica en Francisco de Asís y nuestros místicos. Ya en nuestra modernidad el gran poeta Hölderlin lo poetiza, hasta hacer del eros amoroso la clave de una auténtica Ilustración romántica. Finalmente en el movimiento contracultural del siglo XX emerge un eros amoroso que reclama libertad o liberación de su encorsetamiento pequeño-burgués. Por su parte, nuestra filósofa María Zambrano pudo proyectar una filosofía que reúne eros y razón, amor y sabiduría, desde una erótica religiosa de impronta femenina.
Coexiste todavía en nuestra sociedad una dualidad esquizoide entre el viejo fundamentalismo religioso de signo tradicionalista antierótico, y un secularismo irreligioso o antirreligioso de signo pagano o profano. El fundamentalismo es viejo y decrépito, pero aún crepita y resiste en su inhibicionismo e idealismo; por su parte, el secularismo insiste y embiste desde su exhibicionismo lascivo, libidinoso o promiscuo. Frente a este desencuentro necesitamos una doble ligadura o ligación, erótica y religiosa, corporal y espiritual. Necesitamos a eros para poder vivir y sobrevivir sin represiones sobreañadidas a las ya implícitas o implicadas en él o ello, pero necesitamos la religión para la sublimación de eros, una sublimación empero no represora sino encauzadora. Resulta insólito al respecto que una religión cristiana del amor como la católica, pueda llegar a prohibir o anatematizar el amor; y resulta insólito que un secularismo que exalta el eros no llegue a exaltarlo religiosamente, ejerciendo así un reduccionismo.
El eros religioso que proyectamos es el símbolo de lo sublime, definido como sublimación de nuestros bajos fondos, so pena de anegarnos en ellos animalescamente. Digámoslo más claro, el eros sin religión es mero ligue, la religión sin eros es mero deliquio. Solo una religión con eros es encarnatoria, solo un eros con religión es encantatorio. Pues el amor es sagrado y secular, divino y humano, celeste y terrestre. Hay demasiados carcas y jerarcas inhibidores del eros amoroso, hay demasiados exhibidores y depredadores del eros. La unidimensionalidad se da en ambos bandos o bandas, así que entre ambos contendientes fratricidas necesitamos un eros fratriarcal. Por cierto, el propio matrimonio tradicional no puede seguir siendo un patrimonio basado en el viejo eros patriarcal, de ahí su deriva actual hacia lo que yo suelo llamar el “fratrimonio”, por cuanto basado en un eros más horizontal o fratrial.
El eros es el tótem o arquetipo de nuestra humanidad, el cual no puede ser declarado tabú por los fundamentalistas. Ahora bien, si hay que liberar al eros, hay que hacerlo no desligándolo sino religándolo religiosamente. Reconozco que este mi discurso discurre a su aire que es el mío, un aire provocativo, pero también convocativo.
VIVENCIAS Y CONVIVENCIAS 27
---Dios como creatividad del mundo.
---En la meditación bajamos hacia arriba y subimos hacia abajo: interiorización del sentido.
---El dogma es la doma o dominio de la inteligencia: rebajada a sierva o esclava.
---Las convicciones estrictas son cosa de un estricto convicto y confeso.
---Tener algo por cierto no suele ser acierto: es más seguro lo incierto que lo cierto.
---La certidumbre quema: la incertidumbre alumbra.
---El número entero no es entero sino parcial: precisa de decimales.
---El signo significa y denota semióticamente: el símbolo simboliza y connota hermenéuticamente.
---Para nuestros enemigos somos malos: para nuestros amigos somos buenos.
---El yo es conjuntivo de lo propio y disjuntivo de lo impropio:
y-o.
---No importa la soledad acompañada de Rilke: pero importuna la soledad desolada de Nietzsche.
---El tiempo se convierte en el mito en tempo o espacio épico, en la poesía en tempo o espacio lírico, en la música en tempo o espacio tonal, y en la religión en tempo o espacio ritual.
---El espacio se convierte en la historia en tiempo exterior, en la filosofía en tiempo interior, y en el arte en tiempo extático.
---En la ciencia físico-matemática el tiempo y el espacio se coimplican: el tiempo se curva en espacio y el espacio enrosca el tiempo.
---Las ciencias representan la objetividad, las artes y la literatura la subjetividad: la filosofía y las ciencias humanas representan la intersubjetividad.
---La famosa Oda de Horacio “Aurea mediocritas” nos incita a tener el ánimo bien preparado: bene praeparatum pectus (apechar o apechugar con la vida).
---Del sentido de vivir y otros sinsentidos: este título de mi libro expresa un contrasentido -el contrasentido de la existencia.
---Arriesgarse en la vida: pero no en la bolsa.
---Para los indios guajiros o wayús todo procede de la tierra madre: Ma.
---Escribo en la red “fratriarcado”, pero Google me corrige sintomáticamente: “quizás quisiste decir fratria-mercado o patriarcado”.
---La humanidad está acorralada por los propios hombres.
---La filosofía parece haber consumado/consumido su papel académico: ahora todo el mundo filosofa ya siquiera extracadémicamente.
---La filosofía crítica ha entrado en crisis: la gente lo critica ya todo (incluido el criticismo).
---Lo bueno de morir es que ya no te puede pasar nada malo.
---La igualdad social parece algo del pasado, la libertad personal parece algo del futuro: eso parece dispensarnos de ambas en nuestra presente “demoncracia” (la democracia del demonio Capital que todo lo rige).
---Aristóteles se asombra con razón de que las cosas sean lo que son: nosotros nos asombramos con imaginación de las cosas que no son.
---El alma no tiene fondo: es un hondón sin fondo.
---El universo del átomo funciona como sistema solar: gravitacionalmente.
---La certidumbre de la muerte: y la incertidumbre de la vida.
religión es religación.
Eros es el viejo nombre de la potencia transpersonal que liga cohesivamente el universo, una potencia que se personaliza en el hombre y la mujer como ligue o ligación. Así que eros es una fuerza natural de pegamento o ensamblaje material, la cual se traduce en lo humano como apego afectivo o amor. Pero si eros dice ligadura, la religión dice religación: una segunda ligadura o ligación, una elevación de la cohesión material a la coherencia formal, del mero ajuntamiento al ayuntamiento, de la realidad al simbolismo. La religión realiza sobre la mera ligación humana un segundo movimiento de reflexión e interiorización del sentido, el tránsito de la carne y lo carnal a su sublimación espiritual.
Sin embargo, eros y religión comparecen disjuntas en nuestra sociedad, hasta el punto de que el eros aparece como irreligioso e incluso antirreligioso, mientras que la religión parece como deserotizada o antierótica. Eros considera a la religión represora o represiva del eros, la religión considera al eros disipativo o diseminativo de toda concentración. A nosotros mismos el eros sin religión nos parece frívolo, y la religión sin eros nos parece frígida. Por eso apostamos aquí por un eros religioso, así como por una religión amorosa. En efecto, un eros con religión es un eros ligado y religado, y una religión con eros es una religión humana y no inhumana o inhumada, por cuanto ya no viva sino muerta.
En las grandes tradiciones el eros es un impulso o pulsión divina o cuasi divina, aunque amenazada por contrafuerzas demónicas o diablescas a exorcizar. En el Simposio de Sócrates y Platón, eros es el dios mediador del hombre y los dioses, mientras que en el cristianismo el eros se traduce como amor y es el nombre del Dios encarnado o humanado. El amor griego se mitifica, el amor cristiano se mistifica en Francisco de Asís y nuestros místicos. Ya en nuestra modernidad el gran poeta Hölderlin lo poetiza, hasta hacer del eros amoroso la clave de una auténtica Ilustración romántica. Finalmente en el movimiento contracultural del siglo XX emerge un eros amoroso que reclama libertad o liberación de su encorsetamiento pequeño-burgués. Por su parte, nuestra filósofa María Zambrano pudo proyectar una filosofía que reúne eros y razón, amor y sabiduría, desde una erótica religiosa de impronta femenina.
Coexiste todavía en nuestra sociedad una dualidad esquizoide entre el viejo fundamentalismo religioso de signo tradicionalista antierótico, y un secularismo irreligioso o antirreligioso de signo pagano o profano. El fundamentalismo es viejo y decrépito, pero aún crepita y resiste en su inhibicionismo e idealismo; por su parte, el secularismo insiste y embiste desde su exhibicionismo lascivo, libidinoso o promiscuo. Frente a este desencuentro necesitamos una doble ligadura o ligación, erótica y religiosa, corporal y espiritual. Necesitamos a eros para poder vivir y sobrevivir sin represiones sobreañadidas a las ya implícitas o implicadas en él o ello, pero necesitamos la religión para la sublimación de eros, una sublimación empero no represora sino encauzadora. Resulta insólito al respecto que una religión cristiana del amor como la católica, pueda llegar a prohibir o anatematizar el amor; y resulta insólito que un secularismo que exalta el eros no llegue a exaltarlo religiosamente, ejerciendo así un reduccionismo.
El eros religioso que proyectamos es el símbolo de lo sublime, definido como sublimación de nuestros bajos fondos, so pena de anegarnos en ellos animalescamente. Digámoslo más claro, el eros sin religión es mero ligue, la religión sin eros es mero deliquio. Solo una religión con eros es encarnatoria, solo un eros con religión es encantatorio. Pues el amor es sagrado y secular, divino y humano, celeste y terrestre. Hay demasiados carcas y jerarcas inhibidores del eros amoroso, hay demasiados exhibidores y depredadores del eros. La unidimensionalidad se da en ambos bandos o bandas, así que entre ambos contendientes fratricidas necesitamos un eros fratriarcal. Por cierto, el propio matrimonio tradicional no puede seguir siendo un patrimonio basado en el viejo eros patriarcal, de ahí su deriva actual hacia lo que yo suelo llamar el “fratrimonio”, por cuanto basado en un eros más horizontal o fratrial.
El eros es el tótem o arquetipo de nuestra humanidad, el cual no puede ser declarado tabú por los fundamentalistas. Ahora bien, si hay que liberar al eros, hay que hacerlo no desligándolo sino religándolo religiosamente. Reconozco que este mi discurso discurre a su aire que es el mío, un aire provocativo, pero también convocativo.
VIVENCIAS Y CONVIVENCIAS 27
---Dios como creatividad del mundo.
---En la meditación bajamos hacia arriba y subimos hacia abajo: interiorización del sentido.
---El dogma es la doma o dominio de la inteligencia: rebajada a sierva o esclava.
---Las convicciones estrictas son cosa de un estricto convicto y confeso.
---Tener algo por cierto no suele ser acierto: es más seguro lo incierto que lo cierto.
---La certidumbre quema: la incertidumbre alumbra.
---El número entero no es entero sino parcial: precisa de decimales.
---El signo significa y denota semióticamente: el símbolo simboliza y connota hermenéuticamente.
---Para nuestros enemigos somos malos: para nuestros amigos somos buenos.
---El yo es conjuntivo de lo propio y disjuntivo de lo impropio:
y-o.
---No importa la soledad acompañada de Rilke: pero importuna la soledad desolada de Nietzsche.
---El tiempo se convierte en el mito en tempo o espacio épico, en la poesía en tempo o espacio lírico, en la música en tempo o espacio tonal, y en la religión en tempo o espacio ritual.
---El espacio se convierte en la historia en tiempo exterior, en la filosofía en tiempo interior, y en el arte en tiempo extático.
---En la ciencia físico-matemática el tiempo y el espacio se coimplican: el tiempo se curva en espacio y el espacio enrosca el tiempo.
---Las ciencias representan la objetividad, las artes y la literatura la subjetividad: la filosofía y las ciencias humanas representan la intersubjetividad.
---La famosa Oda de Horacio “Aurea mediocritas” nos incita a tener el ánimo bien preparado: bene praeparatum pectus (apechar o apechugar con la vida).
---Del sentido de vivir y otros sinsentidos: este título de mi libro expresa un contrasentido -el contrasentido de la existencia.
---Arriesgarse en la vida: pero no en la bolsa.
---Para los indios guajiros o wayús todo procede de la tierra madre: Ma.
---Escribo en la red “fratriarcado”, pero Google me corrige sintomáticamente: “quizás quisiste decir fratria-mercado o patriarcado”.
---La humanidad está acorralada por los propios hombres.
---La filosofía parece haber consumado/consumido su papel académico: ahora todo el mundo filosofa ya siquiera extracadémicamente.
---La filosofía crítica ha entrado en crisis: la gente lo critica ya todo (incluido el criticismo).
---Lo bueno de morir es que ya no te puede pasar nada malo.
---La igualdad social parece algo del pasado, la libertad personal parece algo del futuro: eso parece dispensarnos de ambas en nuestra presente “demoncracia” (la democracia del demonio Capital que todo lo rige).
---Aristóteles se asombra con razón de que las cosas sean lo que son: nosotros nos asombramos con imaginación de las cosas que no son.
---El alma no tiene fondo: es un hondón sin fondo.
---El universo del átomo funciona como sistema solar: gravitacionalmente.
---La certidumbre de la muerte: y la incertidumbre de la vida.