El orden en el caos: para eso está la religión. ¿Sí?

La única forma de conocer la Naturaleza es "ordenarla". El orden en las cosas que se ven es una actividad semiautomática del conocimiento: no se conocen las osas si no es según un antes y un después, un arriba y abajo, derecha e izquierda, causa y efecto, etc.

Son las leyes de conocer que se proyectan en las cosas. El paso siguiente es pensar que el orden ya estaba en la Naturaleza y, si estaba, es que "alguien" lo había puesto. ¿Quién? Lo más fácil es pensar en "un dios".

La necesidad de regular el caos y el caótico suceder de las cosas lleva al hombre a poner números a todo: el tiempo se divide en años, estaciones y meses; el espacio tiene sus macro y micro mediciones; la materia se divide en líquidos, sólidos y gases...

También la vida, con sus distintas vivencias, se trocea en épocas evolutivas. La vida no sabe de números y divisiones, pero sí de pasos de una situación vital a otra que se suele acompañar de sentimientos encontrados, miedo y esperanza.

Siempre el paso produce angustia que es menester o controlar o liberar.

Bien sabe de todo esto la religión que ha invadido y acaparado todos los procesos evolutivos y todos los espacios vitales, sacralizando espacios y vida
Volver arriba