LA ORTODOXIA SIN MISERICORDIA ES UNA BOFETADA




Estos semana decía el papa Francisco que detrás de las posturas intolerantes, está el frío aliento del miedo. Por eso Jesús nos dice, no tengan miedo, tened misericordia. Quien es capaz de sentir compasión, bondad, ese nunca será fanático, ni intolerante, ni intransigente
Es penoso que algunos obispos critiquen la misericordia porque es caer en el “buenismo”. ¡Qué más quisiéramos que se nos fuese la mano por la bondad y compasión.
La ortodoxia sin bondad es una bofetada.








01. UN TEXTO POLÉMICO. NACIMIENTO DE LA IGLESIA.
Este texto de Mateo en el que Jesús dice que sobre Pedro edificará su Iglesia es uno de los más polémicos y discutidos en la historia de la Iglesia y de la teología.

Jesús no funda la Iglesia como San Ignacio de Loiola, por ejemplo, funda la Compañía de Jesús en un acto, en un momento fundacional.
La Iglesia nació de la Pascua, de la fe en el Señor resucitado, la Iglesia nace del mandato misional: id y predicad, la Iglesia nace del lavatorio de los pies: haced vosotros lo mismo, la Iglesia nace cuando en ella está el espíritu de Jesús. La Iglesia nace como sacramento de Cristo, porque el “asunto” Cristo ha de continuar en la historia por medio de los creyentes.

La Iglesia no nace como una Sociedad Anónima, sino como el grupo, más bien como el movimiento que Jesús había desencadenado. Somos la asamblea de quienes creen -creemos- en Cristo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

02. LA IGLESIA SE FUNDAMENTA EN CRISTO.
Quien es fundamental en la Iglesia es Cristo.
Quien es decisivo en la Iglesia es el Señor JesuCristo. Puede sonar un poco mal, pero el papa, los obispos, los curas tienen su misión y su importancia, pero la piedra angular es el Señor. Pedro nos alienta en la fe: confirma a tus hermanos en la fe, pero la fe es en JesuCristo.

Igualmente lo decisivo es el Reino de Dios, no la Iglesia. La Iglesia es la que trabaja por el Reino de Dios, pero la ultimidad es el Reino de Dios. Un Reino de justicia, de amor y de paz.









03. UNA IGLESIA POBRE, SENCILLA, SAMARITANA Y NAZARENA.
Gracias a Dios con el papa Francisco vamos recuperando un poco estas líneas evangélicas de la Iglesia.
Es cierto que en la Iglesia hay cardenales, obispos, curas, laicos y movimientos eclesiales que confunden la ortodoxia con el fundamentalismo, pero también alivia el alma ver y escuchar a Francisco cuando trata de promover una Iglesia, pobre y para los pobres: ¡cómo me gustaría que la Iglesia fuese pobre y para los pobres, o cuando habla de una iglesia “hospital” donde se curan las heridas, una iglesia de misericordia.
Estos días decía Francisco que detrás de las posturas intolerantes, está el frío aliento del miedo. Por eso Jesús nos dice, no tengan miedo, tened misericordia. Quien es capaz de sentir compasión, bondad, ese nunca será fanático, ni intolerante, ni intransigente
Es penoso que algunos obispos critiquen la misericordia porque es caer en el “buenismo”. ¡Qué más quisiéramos que se nos fuese la mano por la bondad y compasión.
La ortodoxia sin bondad es una bofetada.


04. LA FE ES UNA DICHA.
La fe hace dichosa la vida. Dichoso, Pedro; dichosa, María porque has creído; seréis bienaventurados y dichosos…
Si no somos felices (lo cual no significa que estemos siempre contentos), pero si no vivimos serena y con gozo, tal vez es que no hemos llegado a ser creyentes en el Señor.
Una Iglesia, una diócesis como la nuestra en la que hay tanta intransigencia, tensión y tristeza está lejos de ser la comunidad de creyentes que se llenaron de alegría al ver al Señor, (Jn 20,20). ¿Jesús nos diría como a Pedro: Dichoso tú? Podemos ser una diócesis de orden y disciplina eclesiásticas, (la obediencia y comunión son algo más hermoso y noble que el mero sometimiento), pero estamos lejos de la serenidad y gozo del Evangelio.
La fe no es una carga ni eclesiástica, ni como piensa la sociedad, sino una liberación, un gozo profundo y un horizonte.
No siempre se puede estar contento, pero siempre se puede vivir en la paz del Señor.
¿Somos dichosos?


05. ALGUNAS PREGUNTAS PARA TERMINAR.

 ¿Quién decís vosotros que es el Hijo del Hombre?
 ¿Quién y qué es el ser humano?
 ¿El prójimo es para mí sacramento de Cristo, y por tanto sacramento de Dios?
 ¿La única forma de construir la vida y la sociedad es según la carne y la sangre?
 ¿Cómo ser bienaventurado y dichosos en la vida?
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