La Iglesia en una sociedad secular
La Iglesia vive en un mundo que tiene su propia autonomía y funciona independientemente de la religión. Su misión no es gestionar la ciudad ni ofrecer programas políticos.
La Iglesia vive en un mundo que tiene su propia autonomía y funciona independientemente de la religión. Su misión no es gestionar la ciudad ni ofrecer programas políticos.
De la misma manera que se puede hacer el bien sin ser bueno, también puede ocurrir que alguien que es bueno haga, en alguna ocasión, el mal.
El que anuncia con trompetas su limosna hace el bien, pero no es bueno. Y cuando no haya trompetas dejará de hacer el bien.
La predicación debe encarnarse, la espiritualidad debe encarnarse, las estructuras de la Iglesia deben encarnarse (Francisco).
La crisis económica, consecuencia de la crisis sanitaria, no está afectando a todos por igual.