“El Papa sabía de la masacre de judios pero no en sus claras proporciones” Andrea Riccardi: "Pío XII prefirió ejercer de puente e intentar buscar la paz y un equilibrio antes que condenar a los nazis"

Pío XII, durante el bombardeo de Roma
Pío XII, durante el bombardeo de Roma

"El Vaticano no quería ser el aliado de los aliados, ni de ninguna fuerza en lucha. Quizás es más difícil de entender su silencio cuando el drama es más cercano"

"Dijo que si hubiese condenado a los nazis, también lo habría hecho con los bolcheviques"

“Creo que los alemanes sabían que se escondían judíos en Roma pero no quisieron enfrentarse con el Vaticano”

"La Historia no lo absolverá". El teólogo Juan José Tamayo parafraseaba la expresión de Fidel Castro hace unos días, hablando de la actitud de Juan Pablo II ante la pederastia, y del silencio de Pío XII frente al nazismo. Ahora que se cumplen 75 años de la derrota de Hitler, y cuando los obispos alemanes ya han pedido perdón por su actuación en aquellos años, vuelve la pesada losa sobre el papel del pontífice. ¿Sabía del Holocausto? ¿Hasta dónde? ¿Qué hizo y qué calló? El historiador y fundador de la Comunidad de Sant'Egidio, Andrea Riccardi, pone algo de luz sobre Pacelli. El resto lo dirán los Archivos Vaticanos, recientemente abiertos.  

"Hemos encontrado ya documentos como tres fotos terribles en las que se ven unos prisioneros judíos, desnudos, a punto de ser asesinados y unos soldados alemanes que entierran los cadáveres. Las fotos, procedentes de un campo de concentración de Polonia, las hizo un judío que las hizo llegar a Bernardini, el nuncio en Suiza, en 1943", confiesa Riccardi en una entrevista en La Vanguardia.

Unas fotos que, seguramente, no llegaron al Vaticano. ¿Sabía Pío XII? "Creo que la cuestión está mal planteada. Para los apologistas es importante demostrar que el Papa no sabía y para sus detractores, al revés", responde el historiador, quien no obstante revela un diálogo entre el Papa y quien fuera su sucesor, el futuro Juan XXII. Roncalli dijo: “Me preguntó si su silencio sobre el comportamiento del nazismo estaba siendo juzgado de forma negativa”, lo que para Riccardi "es interesante porque indica que ya en 1941 el Papa hablaba del “silencio” como una elección".

¿Opción por la imparcialidad?

"Ese mismo año, los católicos polacos hablan también del silencio del Vaticano ante la persecución de la que son objeto. La estrategia del silencio ya funcionó durante la I Guerra Mundial", admite el fundador de Sant'Egidio, quien añade que "la Iglesia optaba de nuevo por ser imparcial durante la guerra para preservarse como un espacio de asilo, de ayuda humanitaria y de mediador para la paz".

Andrea Riccardi
Andrea Riccardi

Tal vez por ello, cuando en septiembre de 1942 el representante de Roosevelt le presenta un informe sobre los crímenes nazis, "e insiste para que el Papa los condene. Pero Pío XII no seguirá su consejo". De hecho, las potencias aliadas fueron muy críticas con el mensaje navideño del Pontífice. "Cuando se le dijo que era poco concreto, el Papa respondió que de haber mencionado a los nazis también hubiera tenido que referirse a los bolcheviques, y eso no hubiese gustado".

¿En todo caso, la posición del Papa y del Vaticano no era fácil?, preguntan a Riccardi. "No, era difícil e iremos encontrando documentos en los Archivos del Vaticano que mostraran la complejidad del momento. Sabían de las masacres pero no tenían una idea clara de la proporción que representaban. Lo veían como una consecuencia dramática de la guerra pero no valoraban la magnitud del drama".

"Sabemos que el obispo Pirro Scavizzi, tras dos viajes a Polonia y Ucrania informó al Papa ya en octubre de 1942 que podía haber hasta dos millones de judíos asesinados. Pero el Papa prefirió ejercer de puente e intentar buscar la paz y un equilibrio antes que condenar. El Vaticano no quería ser el aliado de los aliados, ni de ninguna fuerza en lucha. Quizás es más difícil de entender su silencio cuando el drama es más cercano", admite el historiador.

Archivos secretos del Vaticano

Ocupación nazi de Roma

Cuando la persecución llegó a Roma, Pío XII también "decidió no hacer una condena pública". ¿Por qué? "Fueron nueve meses de ocupación nazi de Roma y en ese tiempo las iglesias se transformaron en un espacio de asilo. No sé si los alemanes sabían que se acogió a miles de judíos. Se llegó a decidir que la mitad de los romanos escondieron a la otra mitad. Creo que los alemanes sabían bastante, pero decidieron no entrar en conflicto con el Vaticano. Era una partida delicada y complicada".

Para concluir, Riccardi admite que "los instrumentos diplomáticos del Vaticano no fueron los adecuados. Y en ese drama la decisión tomada no dejó de ser una derrota ante el drama. Pero el problema no es defender o acusar al Papa por su actuación, es absurdo, lo importante es intentar comprender porqué se actuó de una determinada forma".

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