El período de vacaciones suele ser una oportunidad privilegiada de comunicación personal, relajada y sincera. Sea de quien viaja solo, pero encuentra en su entorno compañeros cómplices; o de quien viaja con su pareja, con la que habrá disfrutado la experiencia de alcanzar momentos cumbre de apertura y comprensión; o hablamos de familia con hijos,
de quienes descubrir y comentar cualidades apenas conocidas; a quienes expresar personalmente cariño y confianza, dedicándoles un agradable tiempo sin reloj ni agrios sermones...
Parece comprobado que, después de las vacaciones, suelen aumentar los divorcios. Si contribuyó el diálogo y la convivencia a la separación, parece evidente que ayudó a desatascar una previa situación de alejamiento y desamor. En la mayoría de los casos, el diálogo en vacaciones, el mutuo reconocimiento y la expresión de afectos, tan esencial, tan imprescindible siempre, reforzaron el vínculo de la solidaridad, el placer de la confianza...
Y EMPEZAMOS A HABLAR PARA GOZAR LA HISTORIA...
Escuchamos, como primera entrega de hoy, los apretados versos de “Sobre el placer de la conversación”, del salesiano Rafael Alfaro, Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística. Señalaré tan solo algunos párrafos que de manera especial han herido mi sensibilidad. El niño chiquitín aprende a dar nombre a las cosas, a las cosas y a sus necesidades. Después, será capaz de contar lo que le ha sucedido a él, o les sucedió a otros... Pero, por favor, que le escuchen con atención, que no le interrumpan...
La hora de la tarde es tiempo precioso para confidencias en intimidad. “Y empezamos a hablar para gozar / la historia. Y empezamos a vivir. / Sólo vivimos cuando conversamos, / cuando creamos rostros que nos miran.” Son “inevitables las hazañas” porque “es infinito el nombre de la vida”. Al final, el narrador y su compañero de palabras en danza, se han quedado, de pronto, mudos. ¡Y cómo se estremece el universo...!
SOBRE EL PLACER
DE LA CONVERSACIÓN
Después del gozo de nombrar, contar
es el más bello fin de la palabra.
Lo que brota en tus labios como un eco
de lo que oyes. Su flor y su semilla.
Es bueno rodearse de una historia
de comentarios ininterrumpidos
en el coro de tu comunidad,
en busca de su voz más verdadera.
A la tarde regresan, como enjambres
de luceros, los pasos que marcharon
por la mañana, y vuelven bienolientes
a recuerdos y luces que decir.
Aquí tu corazón, aquí los signos
de tu memoria, aquí la tarja puesta
entre las páginas del libro, donde
está el punto y seguido que dejaste.
Y empezamos a hablar para gozar
la historia. Y empezamos a vivir.
Sólo vivimos cuando conversamos,
cuando creamos rostros que nos miran.
Cuenta. Contemos mientras haya tiempo
que ahora es hora de contar. Y son
-que sean- incontables las hazañas,
que es infinito el nombre de la vida.
Y escucha hasta que el cuervo del silencio
tienda sus alas negras sobre nuestra
conversación, y se estremezca el mundo.
SURGISTE CON TUS OJOS AÚN VELADOS
La escultura que preside el próximo poema fue realizada por el artista chileno Mario Irarrázabal. Se trata de los cinco dedos, a tamaño ciclópeo, de la mano de un nadador que se ahoga en el mar. Aunque inicialmente su creador le puso por nombre ”Monumento al Hombre emergiendo a la vida”, que es el motivo por el que la elegimos para ilustrar los versos de “Yo te fui desnudando”, de Dulce María Loynaz. En un proceso de retirar máscaras, armaduras protectoras, siente la poeta cubana a su amante más ligero, más libre. Y refiere con alegría su participación en el juego y la emoción de lo que van ambos descubriendo...
YO TE FUI DESNUNDANDO...
Yo te fui desnudando de ti mismo,
de los «tus» superpuestos que la vida
te había ceñido…
Te arranqué la corteza -entera y dura-
que se creía fruta, que tenía
la forma de la fruta.
Y ante el asombro vago de tus ojos
surgiste con tus ojos aún velados
de tinieblas y asombros…
Surgiste de ti mismo; de tu misma
sombra fecunda, intacto y desgarrado
en alma viva…
VOLVIERON LAS PALABRAS, SURTIDOR DE ALEGRÍAS
Autora de la importante antología de poesía religiosa tantas veces reeditada "Dios en la poesía actual" (BAC), Ernestina de Champourcin, en su penúltimo poemario, publicado a sus 79 años, "La pared transparente", incluye estos versos, que son un apasionado himno al diálogo y la reconciliación sin exigir el perdón. Volvieron las palabras, no todas, sino sólo aquellas "susceptibles de amor, / de gracia, de milagro..."
VOLVIERON LAS PALABRAS...
Volvieron las palabras,
surtidor de alegrías
en un valle sombrío,
deshabitado, húmedo.
No todas, sino aquellas
susceptibles de amor,
de gracia, de milagro.
Golondrinas en vuelo
sin estación segura;
ninguna madreselva
podría sujetarlas,
pero hoy están ahí
conmigo, con vosotros,
y dicen lo que esconden
voluptuosas, grávidas.
Insólito regreso
sin perdón necesario,
lo único que importa
es ese mundo nuevo
que ya puebla la tierra.
SUGERENCIAS PARA LA ORACIÓN DE HOY
“1. SOBRE EL PLACER DE LA CONVERSACIÓN. Si orar es hablar con Dios aquí encontramos un texto cargado de sugerencias para nuestra conversación con Dios. “Comentarios ininterrumpidos”: ¿por qué no dedicar un tiempo más extenso para hablar con Dios y escucharle sin prisa, sin interrupción? Solo vivimos “cuando creamos rostros que nos miran”: parece central, en la relación con el Señor, sentirle cerca, imaginar a nuestro lado el Rostro, la respiración, de un Ser que nos ama y le agrada estar con nosotros... Claro que no es necesario hablar mucho, sino vivir con intensidad su Presencia... 2. YO TE FUI DESNUDANDO...Si es el yo quien se desnuda, transformaría así el texto: “Yo me fui desnudando... de los “yo” superpuestos... Me arranqué la corteza...” Quizás ayude tener como modelo la heroica decisión de Francisco de Asís cuando se desnuda para vivir la pobreza... Quien viva solo, no tendrá difícil incluso imitar este simbólico gesto de desprendimiento.
3. VOLVIERON LAS PALABRAS... A lo mejor podría estrenarse un nuevo tiempo de relación con Dios inaugurando en profundidad un diálogo auténtico, pero positivo y alegre, sobre todo con palabras “susceptibles de amor, / de gracia, de milagro”.
LA MARCHA, de M. V. Atencia / AL EMPRENDER UN VIAJE, de J. Mauleón / DUELE LA TIERRA DE HERMOSA, de J. Mauleón / DIOS DE ALEGRÍA, de Jorge Carrera Andrade...
SI YA FLORECIÓ EL ALMENDRO, de M. Ángeles Gómez / COMO LAS BANDADAS DE PATOS..., de Ernesto Cardenal / SALOMÓN Y LA ROSA, de Fina García Marruz / ACABO DE VER, de Juan Ruíz Peña