Adultos vulnerados en la Iglesia, de Paula Merelo La infantilización de los fieles

El libro “Adultos vulnerados en la Iglesia”, escrito por Paula Merelo Romojaro (San Pablo, 2022), describe con claridad y precisión el aún poco descrito tema del abuso a adultos por parte de miembros de la Iglesia Católica. Si bien el texto se centra en los abusos de tipo sexual, también apunta a los abusos de poder y conciencia -que siempre suceden antes del abuso del cuerpo. Para muchos, el abuso que sufren los adultos supone un tema marginal, pues se da por hecho que las víctimas permiten estos hechos con plenitud de conciencia. No obstante, todos sabemos que quien ejerce una autoridad moral y espiritual sobre otra persona puede en un momento de debilidad aprovecharse de ella.

Es evidente que el origen de este fenómeno está en la asimetría entre los fieles y los presuntos líderes, ya sean obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas o catequistas, y cuyo resultado es una relación infantilizante que deriva muchas veces en el abuso de poder y de conciencia. Algo que no deja de sorprender en ocasiones y que evidencia este fenómeno es el “revoloteo adolescente” de muchos fieles adultos que idolatran a sus líderes y siguen a la letra sus consignas sin cuestionarlas.

Estoy convencido de que la mayoría de quienes frecuentamos ambientes eclesiales hemos visto sorprendidos cómo adultos con vidas familiares y profesionales consolidadas reciben un continuo trato infantilizante revestido de gestos y palabras llenas de superioridad y condescendencia. Este hecho sorprende aún más cuando los fieles tienen una mayor competencia académica e intelectual, por no hablar de una experiencia vital mucho más anclada en el mundo real. El problema es que tras la actitud infantilizante muchas veces los líderes se erigen en guías no solo espirituales, sino también vitales, de sus víctimas, aprovechándose de su buena voluntad o de su debilidad.

Cualquier abuso, sea éste sexual o de conciencia, es siempre un escándalo. Para prevenirlo sugiero empezar algo básico que está en el origen: no consentir ningún trato infantilizante que pretenda tutelar la capacidad de decisión o la conciencia de los fieles.