Apostar por la Vida

El Rector Mayor de los salesianos, D. Pascual Chávez Villanueva, ha invitado a toda la Familia Salesiana a trabajar, durante 2007, por la cultura de la vida pues “ante una cultura de muerte estamos llamados a tomar la vida como Evangelio y a releer el Evangelio de la vida, para celebrarlo y servirlo”.

Así lo ha manifestado en el tradicional Aguinaldo que, para 2007, ha dirigido a la Familia Salesiana y cuyo lema es “dejémonos guiar del amor de Dios por la vida”, y que presentó el pasado 31 de diciembre a las Hijas de María Auxiliadora. Pascual Chávez explica que “en un momento, en el que la vida está especialmente amenazada, como Familia Salesiana nos comprometemos a asumir con gratitud y con alegría la vida como un don inviolable, a promover con pasión la vida como un servicio responsable y a defender con esperanza la dignidad y la calidad de toda vida, sobre todo la más débil, pobre e indefensa”.

Para ello invita a “que todos los miembros de la Familia Salesiana propongan estos contenidos ya desde el primer anuncio del Evangelio y, después, en la catequesis y en las distintas formas de predicación, en el diálogo personal y en toda acción educativa; que los educadores, profesores, catequistas y agentes pastorales pongan de relieve las razones antropológicas que fundamentan y sostienen el respeto de toda vida humana; y que todos trabajemos en red con cuantos están comprometidos en hacer surgir una nueva cultura de la vida”.



El Aguinaldo del Rector Mayor es una tradición que nace con San Juan Bosco, fundador de la Congregación Salesiana, cuando, en 1849, comenzó a ofrecer a sus jóvenes una frase, una propuesta que sirviera de estímulo para todo el año nuevo. Esta costumbre se convirtió en algo muy valioso durante los años siguientes, se extendió a las Hijas de María Auxiliadora y, posteriormente, a toda la Familia Salesiana.

Con el Aguinaldo se propone a toda la Familia Salesiana un tema de reflexión y trabajo para el año nuevo que se intenta hacer llegar a los chicos, jóvenes, adultos y colaboradores con los que los 23 grupos de la Familia Salesiana (religiosos, religiosas, institutos seculares y laicos) trabajan a lo largo de todo el mundo.




El mismo Pascual Chávez ofrece una explicación de cómo promver el evangelio de la vida:

«Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho..., porque todas las cosas son tuyas y tu soplo las envuelve y las penetra, Señor, amigo de la vida” (Sab 11,24.26; 12, 1)

En un momento, en el que la vida está especialmente amenazada, como Familia Salesiana nos comprometemos a:

■ asumir con gratitud y con alegría la vida como un don inviolable,
■ promover con pasión la vida como un servicio responsable,
■ defender con esperanza la dignidad y la calidad de toda vida, sobre todo la más débil, pobre e indefensa.

A.- Motivaciones

El Aguinaldo quiere ser “una reafirmación precisa y firme del valor de la vida humana y de su inviolabilidad, y, al mismo tiempo, una apasionada llamada dirigida a todos y cada uno; en nombre de Dios: respeta, defiende, ama y sirve a la vida, ¡a toda vida humana! ¡Sólo siguiendo este camino encontrarás justicia, desarrollo, libertad verdadera, paz y felicidad" (EV 5, cursivas originales).
“Dios creó al hombre incorruptible, lo hizo imagen de su misma naturaleza. Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen”. (Sab 1,13-14; 2, 23-24). Cfr. la muerte de Abel por parte de Caín (Gn 4, 2-16).

“La pregunta del Señor «¿Qué has hecho?», que Caín no puede esquivar, se dirige también al hombre contemporáneo para que tome conciencia de la amplitud y gravedad de los atentados contra la vida, que siguen marcando la historia de la humanidad; para que busque las múltiples causas que los generan y alimentan; reflexione con extrema seriedad sobre las consecuencias que se derivan de estos mismos atentados para la vida de las personas y de los pueblos” (EV 10).

B.-Por una verdadera cultura de la vida humana

Ante una cultura de muerte estamos llamados, por tanto, a tomar la vida como evangelio y a releer el evangelio de la vida, para celebrarlo y servirlo.
“Renovados interiormente por la gracia del Espíritu, «que es Señor y da la vida», hemos llegado a ser un pueblo para la vida y estamos llamados a comportarnos como tal” (EV 79).

1. La vida como evangelio

La vida es una vocación y una misión; esto implica
■ recibir y amar la vida como don
■ asumir responsablemente la vida como compromiso.

2. El evangelio de la vida

Cristo ha venido para que todos tengan vida y la tengan en abundancia, lo cual exige nuestro compromiso pastoral y educativo; es decir:
■ servir y hacer crecer la vida, con el don de la propia
■ defenderla, sobre todo la de los más indefensos: los niños, los pobres, los enfermos, los ancianos; se trata de una responsabilidad de la familia, de la iglesia, de la escuela, que se ponen al servicio de la vida.
■ formar
● para la plenitud de vida: sentido de la vida y proyecto de vida
● para el respeto y promoción: vida y sexualidad, vida y ecología, vida y dignidad humana
● para el deber: conciencia moral respecto al valor inconmensurable de una vida digna y plena.

3. Programa “salesiano” por la vida

Para crear una cultura de la vida es necesario hacer resplandecer la original novedad del Evangelio de la vida. Esto implica:
■ que todos los miembros de la Familia Salesiana propongan estos contenidos ya desde el primer anuncio del Evangelio y, después, en la catequesis y en las distintas formas de predicación, en el diálogo personal y en toda acción educativa;
■ que los educadores, profesores, catequistas y agentes pastorales pongan de relieve las razones antropológicas que fundamentan y sostienen el respeto de toda vida humana;
■ que todos trabajemos en red con cuantos están comprometidos en hacer surgir una nueva cultura de la vida. (Cfr. EV 82)


Don Pascual Chávez Villanueva
Rector Mayor de la Congregación Salesiana

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