Mujeres autoconvocadas

Se autodenominan así, y sus reivindicaciones podrían no ser compartidas, pero ser ellas respetadas por su derecho a expresarse. Pero viendo la forma que tienen de manifestarse, y cómo su arma es la descalificación, el ataque, el insulto y la agresión, uno no puede menos que decir que estamos ante un grupo de mujeres desequilibradas, seguramente utilizadas, y muy probablemente manipuladas por los “emisarios” del matrimonio “K”, la maldita “K” que persigue a los argentinos.

Estos días se han dado cita en Tucumán, y más que decir que defienden el aborto, la homosexualidad, y un corto etc., uno puede decir que están obsesionadas contra la Iglesia. El plato fuerte de sus encuentros, cada año, sueñe ser la “procesión” a la Catedral del sitio donde se convocan, y allí desafiar y dar un triste espectáculo.

Dentro de las Iglesias hombres y mujeres orando, fuera de ellas, jóvenes orando, que aguantan con entereza los ataques de estas pobres mujeres que poco favor hacen a las mujeres y menos a ellas.

Viendo las imágenes y leyendo los artículos, uno no puede menos que pensar que eso es surrealista, que están fuera de tiempo. Parecen hordas salvajes que quieren, con estos actos vandálicos llamar la atención. Tal vez, a falta de argumentos, está mujeres gritan para no escuchar sus muchas frustraciones, o porque siendo “enviadas” por otros (“¿Los K?”) no saben qué defiende, en cambio sí qué atacan.

Un triste espectáculos, de unas tristes mujeres, que poco favor hacen al feminismo y
peor a las causas que anuncian quieren defender, y que tal vez haya alguna que sea legítima, como la del empleo, la de la violencia de género, la de igualdad de condiciones de trabajo, etc. Pero todo el envoltorio, es patético.

No entro en la forma de defender de los grupos de cristianos y católicos, no estuve allí, y no puedo juzgar, sí sé, por las imágenes y por lo que me explican, que mantuvieron la calma, y que el rezo del rosario era su arma para defenderse. Eso es lo que hacía rabiar a las atacantes.

Ojala exista la posibilidad de poder dialogar sin atacar; de poder orar, serenamente, de poder respetar las creencias de los otros, y de evitar siempre la violencia y la descalificación.

Ojala se pueda dar un diálogo de adultos entre hombres y mujeres de diferentes sensibilidades y que la imagen de las mujeres reclamando sus legítimos derechos no sea, nunca más, la del triste espectáculo que montan en estos encuentros, donde más que mujeres autoconvocadas, parecen ¡mujeres desquiciadas!


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http://www.lagaceta.com.ar/nota/347877/Información%20General/Estan_destruidas_tras_ver_mataron_su_hijo.html


Autoconvocadas en el 2008
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