El frío de Belén…¡es Navidad!

Me llamó profundamente la atención la conversación que tuvieron telefónicamente en mi presencia en la que el obispo le decía: “-¡Ánimo, estás en el buen camino! Esta navidad te parecerás un poco más a Jesús. Para él no había sitio en la posada, y parece que para ti no hay sitio en tu diócesis. No han comprendido tu misión, pero ánimos, nadie te puede impedir celebrar y vivir tu fe. El frío de la nochebuena es duro de pasar, pero fue el comienzo de nuestra salvación. No te desanimes, y oremos juntos por aquellos, que con buena fe, no comprenden tu compromiso o ven las cosas de otra forma, y por eso te dicen que no hay sitio para ti. En el establo, nació nuestra salvación, no lo olvidemos. En tu corazón, algo nuevo nacerá, y seguro que con mucho amor”
Me pareció de una sencillez exquisita la conversación, y puedo asegurar que en ella se respiraba Evangelio. Fue un preludio de la Navidad. El sacerdote "cuestionado" le dijo: "-Estoy en paz... tengo mucha paz, y agradezco estos momentos de fraternidad sincera. Sé que no estoy solo."
Estoy segura que este año, cuando nos recuerden que los ángeles cantaban “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”, habrá paz en el corazón del hermano sacerdote humillado, porque él hace mucho tiempo decidió seguir a Jesús pobre, y de la identificación con Él nada ni nadie le podrá apartar.
Exclamé:”- A pesar de todo Jesús nacerá y celebraremos la Navidad.” Y oportunamente alguien me dijo: “- No, por encima de todo, Jesús nacerá”.
El Emmanuel ya está a la puerta, quiere entrar: ¿habrá sitio para él en nuestro corazón?
Hace frío, la noche está avanzada, no hay sitio en las posadas de los hombres… Tal vez es que ha llegado la Navidad: Algo nuevo está brotando, ¿no lo notáis? –Is 43,18-
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