La estrella que guia...

La mañana del 6 de enero es siempre uno de los días más felices del año, especialmente para los más pequeños, quienes esperan con ilusión la venida de los Reyes Magos. Se levantan a primerísima hora con esperanza de encontrarse algún presente que anteriormente habían pedido a sus majestades.
Ese un día muy feliz y especial para toda la familia. Los padres disfrutando de ver a sus hijos y los niños con una mirada y sonrisa que solo tienen ese día…
Sin embargo no será igual para muchos pequeños. Algunos recibirán mucho menos de lo que habían pedido y otros incluso nada.
Cada vez es más acusada la desigualdad entre pobres y ricos, la clase media en algunos países va tendiendo a desaparecer, por lo que a muchas familias se les rompe el corazón ese día. “Los reyes están muy pobres este año, igual que nosotros”, decía una mamá a su niña. A ti te han traído poco, pero a otros niños no les han podido traer nada...”
Pensemos un poco en ello y seamos agradecidos por lo que nos ha sido dado. Pero... ¿hay algo que podamos hacer por quienes no tienen regalos de reyes?
Recordamos esa noche la adoración de aquellos magos al Niño Dios, la “manifestación”, la luz que guió a pastores y Reyes, hoy sigue atrayendo y evocando profundos sentimientos, en ocasiones con el riesgo de quedar desvirtuada esta fiesta por el uso consumista que se le ha dado. No olvidemos que la estrella que contemplamos en el belén, también habla al corazón del hombre del tercer milenio. Sigue hablando a quienes tienen abiertos los ojos del corazón para mirarla y dejarse guiar por ella y a quienes buscan la verdad anhelando lo absoluto.
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