Por ello, siguiendo la indicación del Papa sobre la tarea de servicio de la Iglesia en el campo de la salud, subrayada en el Ángelus pronunciado en el Gemelli el pasado 11 de julio, "las autoridades eclesiásticas competentes, con la colaboración de otras instituciones sin ánimo de lucro, se han comprometido -se lee- a resolver la crisis económico-gestionaria en la que el hospital se encuentra desde hace tiempo".
Recordando "el alto valor espiritual y moral" que representa el hospital, se ha puesto en marcha un plan de recuperación que, "en cumplimiento de la normativa vigente y en diálogo con las partes implicadas de diversas maneras, le permitirá seguir desempeñando el papel que le ha caracterizado hasta ahora en el ámbito de la sanidad católica".
Por último, se agradece al Grupo San Donato, con los vicepresidentes Paolo Rotelli y Kamel Ghribi y el director general Francesco Giosuè Galli, la intervención acordada con la Casa General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (Fatebenefratelli), para evitar un mayor agravamiento de la crisis actual y encontrar una solución definitiva.