Roma hace lo que no hace Añastro


El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió en privado con el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, durante la pasada cumbre de la FAO. La noticia la publica Antonio Pelayo en Vida Nueva, la publicación que, a día de hoy, mejor informada está sobre las relaciones Iglesia-Estado. La misma que, hace una semana, nos anunciaba que la Conferencia Episcopal aseguraba esperar la llamada de Moncloa para una pronta reunión entre el cardenal Rouco y Zapatero. Dicho encuentro, según nos cuentan, todavía no tiene fecha. Y no les extrañen que, antes, cardenal y presidente -o, más probablemente, vicepresidenta- se vean las caras en la recepción que la Nunciatura Apostólica dará el próximo 27 de junio, con motivo del día del Papa y del 50 aniversario de su nueva sede.

Roma hace lo que no hace Añastro. Me explico: después de varios meses, dos elecciones (generales y episcopales) de por medio y, sobre todo, tras la "hoja de ruta" planteada por Benedicto XVI a los obispos españoles el pasado 19 de mayo, Roma ha decidido que ya es hora de dejar patente una mejora en las relaciones con el Gobierno de España. Es cierto que ya se han ido dando pasos, y hasta el cardenal Cañizares, como informábamos ayer, ha animado al diálogo en lo tocante a Educación para la Ciudadanía. Pero en enfado en la Santa Sede va en aumento, y todavía más desde que las "indicaciones" dadas en torno al futuro de la Cope -que, no nos engañemos, es un duro escollo en las relaciones Iglesia-Estado-, no han sido escuchadas (Un inciso: brillante la valentía demostrada ayer, en Popular TV, por José María Gil Tamayo, y por el padre Gago en su entrevista a la agencia Veritas).

Nos cuenta Vida Nueva que el breve encuentro había sido previamente programado en los días anteriores, y en el curso de la mañana del día 3 se vio la posibilidad concreta y la conveniencia de celebrarlo, y así fue introducido en la apretada agenda del político español, que esa misma mañana también se entrevistó con Berlusconi. El cardenal Bertone y el presidente Zapatero se confirmaron mutuamente el deseo de mantener una relaciones de respeto basadas en la legítima separación entre Iglesia y Estado, buscando la colaboración en todos los campos donde ésta sea posible.

El diálogo entre el Vaticano y el gobierno socialista conocerá una nueva fase después de la visita a Roma, que se iniciaba ayer mismo, de la subsecretaria de Asuntos Exteriores y Cooperación, María Jesús Figa López-Palop, durante la cual mantendrá contactos de alto nivel con sus interlocutores de la Santa Sede, es decir, monseñor Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.

Fuentes consultadas por esta bitácora nos remiten al diario L'Osservatore Romano -tan presente en la actualidad española en los últimos tiempos-, donde se reseñaba dicho encuentro. Por su parte, desde el PSOE se habla de "reuniones discretas" y de "sincera voluntad de diálogo y entendimiento" entre la Santa Sede y el Gobierno español.

Al cardenal Rouco le toca mover ficha. Hasta el momento, el único movimiento realizado ha sido el de paralizar una pastoral muy dura sobre Educación para la Ciudadanía que iba a lanzar el Arzobispado de Madrid. El Episcopado como tal ni tan siquiera ha contestado públicamente -Cañizares sí lo acaba de hacer- a la oferta hecha por la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, para negociar los contenido de la polémica asignatura.

En la reunión del Comité Ejecutivo de ayer, además, la tensión fue evidente. Sobre todo, respecto a la renovación de Losantos y Vidal -no consensuada-, y acerca de la necesidad de templar las relaciones con el Ejecutivo de Zapatero en esta legislatura. De momento, la presidencia del Episcopado sólo responde con el silencio. La semana próxima, durante la reunión de la Comisión Permanente, los críticos a algunos postulados de la cúpula episcopal se presentan como mayoría. Y creemos que al cardenal Rouco no le va a quedar más remedio que retomar el camino iniciado por la Secretaría de Estado vaticana, y apostar por el diálogo constructivo.

En este sentido, cobra importancia la tradicional recepción que todos los años, coincidiendo con la festividad de San Pedro y San Pablo -el día del Papa- tiene lugar en la Nunciatura Apostólica. Este año (el 27 de junio), Manuel Monteiro de Castro acogerá a un nutrido grupo de invitados para, además, celebrar el 50 aniversario de la inauguración de la Embajada. Aunque este tipo de presencias no se confirman hasta el último momento -y pueden darse de baja ante cualquier eventualidad-, podríamos encontrarnos con una importante presencia gubernamental. Así, junto a la segura presencia del director general de Asuntos Religiosos, José María Contreras, y la más que probable del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, en esta ocasión podría contarse con la asistencia de la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Otros rumores dejan la puerta abierta a que sea el propio Zapatero el que acuda a Nunciatura. Y tal vez allí saludar -y mantener un aparte- con el cardenal Rouco. Pero, por el momento, el hilo directo parece estar unido entre Roma y Moncloa.

baronrampante@hotmail.es
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