El Angel Bueno de los Pobres

Se cumplen hoy, 26 de mayo de 2014, cien años del nacimiento de una de las mujeres más significativas en la historia de la Iglesia Católica Brasileña, la hermana Dulce, conocida como el ángel bueno de Bahia. Nació en Salvador con el nombre de Maria Rita Sousa Brito Lopes Pontes, donde también murió el 13 de marzo de 1992.

Desde muy joven tuvo una preocupación especial por los más pobres, actitud que le acompañó a lo largo de su vida. Ya en la adolescencia llenaba la casa de sus padres de pobres y enfermos y con el paso del tiempo construiría una de las obras sociales más importantes del país, donde son atendidas más de cinco mil personas cada día. Para ello no dudó en ir de puerta en puerta pidiendo ayuda para que esto pudiese ser una realidad.

El 8 de febrero de 1933 entró en la congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios. Su primera misión sería ser profesora en un colegio de la congregación, pero su pensamiento estaba al lado de los pobres y por eso empieza a ayudar a los excluidos de la periferia de Salvador. Poco después funda el primer movimiento cristiano de trabajadores del estado de Bahia y un colegio donde pudiesen estudiar los trabajadores y sus hijos.

En 1939 invade cinco casas para acoger enfermos, de donde será expulsada, lo que hará que durante diez años peregrine por diversos lugares de Salvador con sus enfermos hasta que consigue instalarse en el gallinero del Convento de San Antonio, donde después surgirá el Hospital San Antonio, que hoy sigue abriendo sus puertas a los pobres de Bahia y de todo Brasil.

Se encontró con San Juan Pablo II en sus viajes a Brasil en 1980 y 1991, quien la animó a continuar con su impresionante obra social. Delante del cajón con sus restos mortales pasaron políticos, empresarios, artistas, pero sobre todo los más pobres, los “anawim”, a quienes dedicó su vida y su obra.

La hermana Dulce fue beatificada el 22 de mayo de 2011 en Salvador, con el nombre de Beata Dulce de los Pobres, pero para la gente es santa, siempre lo fue, pues al fin y al cabo pasó su vida haciendo aquello que Dios nos pide, estar al lado de los que la sociedad desprecia. La sociedad brasileña, especialmente los habitantes de Salvador, ven en ella un ejemplo de caridad y de amor al prójimo.

Su ejemplo de vida, admira también a aquellos que no son católicos. El gobernador del estado de Bahia, Jacques Wagner, de religión judía, escribía en su perfil oficial de facebook: “Este lunes será especial para todos los bahianos y las personas que acreditan en la solidaridad como camino para un mundo mejor. Se cumplen 100 años del nacimiento del ángel bueno de Bahia, nuestra recordada y querida hermana Dulce. Una bahiana que se dedicó a hacer el bien a los que más lo necesitaban, que se volvió ejemplo de amor y fe para el mundo”.
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