Una hermosa práctica La Sabatina, una práctica olvidada

La Sabatina, una práctica olvidada
La Sabatina, una práctica olvidada

Hoy esa práctica está casi obsoleta. La figura de la Virgen nos ayudaba a potenciar los grandes ideales. ¿No debería la Iglesia volver a esta práctica olvidaba?

Eran tiempos de congregaciones marianas. Todos los sábados acudíamos a las Congregación de los Kostkas y celebrábamos la sabatina cuando aún éramos chavales, una celebración prácticamente perdida. Nos ayudada a vivir la fe y encontrar  a Jesús. Ad Chritum per Mariam. Hoy esa práctica está casi obsoleta. La figura de la Virgen nos ayudaba a potenciar los grandes ideales. ¿No debería la Iglesia volver a esta devoción olvidaba?

En recuerdo emocionado, ahí va este soneto sobre mis velas ante la Señora:

SABATINA

Era aún el chaval adolescente
que en las tardes lucía la alegría
de sentir en mi pecho, madre mía,
la cinta azul de tu medalla ardiente.

Y en los sábados, pálido e inocente,
postrado ante tus pies te repetía:
“Ayúdame a soñar desde esta fría
soledad de poeta evanescente”.

Y tú, joven ideal de lo imposible,
me inundabas del mar de tu mirada
más allá de las nubes y del viento

con solo esa sonrisa inaprensible
de la Madre que exclama emocionada:
“Ve tras mi Hijo y no pienses en nada”


Pedro Miguel Lamet

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